Escribir sobre tacos, resulta sorprendentemente difícil. Por un lado, son un platillo en apariencia sencillo, pero por otro lado, esconden complejas aristas. Escribir sobre un lugar como Los Alteños, representa por lo tanto un reto y esa es la razón por la que este lugar ha estado ausente del blog. Los Alteños ha evolucionado de ser un puesto de tacos, a todo un ícono en Guadalajara.
Hace algunas semanas estuve en la Capital mundial de los tacos ! La Ciudad de México.
No voy a autoproclamarme un experto en el tema o locación, pero tal como hacían los exploradores Británicos al ir de safari por África, me conseguí un par de guías nativos. Con la ayuda de Rubén, Hugo y agregados culturales, fuimos a explorar las calles de DF.
La semana era joven y había mucho terreno por explorar. La primera excursión fue a la Sombrilla ! Siguiendo el liderazgo de Hugo y Rubén , caminamos hasta la esquina de Río Ebro y Río Nazas en la Cuauhtémoc para descubrir un puesto con un colorido trompo de Pastor !
El mundo de la comida bastante bizarro. En general, es difícil explicar el porqué y cómo de las cosas.
Puede parecer sencillo asignar una calificación a un lugar, digamos del 1 al 10, sin embargo, cuando nos vamos a los detalles… todo es relativo.
Los Tacos Fonseca, no parecen ser la gran cosa. No son espectaculares, el local está más bien abandonado y el servicio no es lo que los hace resaltar. Sin embargo, ir a comer ahí… pedir tacos y verlos apliados en pirámide con su palillo de dientes cada uno, agregarles el color de la salsa roja, el verde del cilantro y el blanco morado de la cebolla es una experiencia deliciosa. Ni el taco, ni la carne, ni las salsas ni la horchata… es el todo, lo que hace que recomiende los Tacos Fonseca.
Jitomate 