Una de las hipótesis centrales de este blog, es que la comida va mucho más allá de los platillos que comemos. La comida existe en un marco de referencia, en un espacio y un tiempo. Si logramos experimentar la comida en todas estas dimensiones, sólo entonces podremos entender y plenamente disfrutar, lo que el cocinero, la región y la historia nos ofrece. Esta hipótesis, pocas veces ha sido mejor demostrada que con el Caldo Michi de San Juan de Dios. Un platillo desconocido y poco entendido de la gastronomía tapatía.

Desde hace un par de años, las propuestas gastronómicas se han multiplicado en Guadalajara. Los foodtrucks han crecido como plaga, algunos restaurantes caros han tratado de posicionarse en el mercado nacional y muchísimas otras ideas, se han visto materializadas con impredecibles resultados. Sin embargo, siento que TODO este caos vale la pena cuando encuentro propuestas como Don Zacateco, perdido en una esquina del recientemente abierto Mercado Chapultepec.


