Los franceses son famosos, entre otras cosas por los croissants y los eclairs. Los Estados Unidos han sabido vender la dona en todo el mundo y no es raro que alguien que visite Buenos Aires compre alfajores como regalo. Sin embargo, los picones, las empanadas de crema, la cemas y los polvorones, son cada vez más difíciles de encontrar inclusive en México.

Por esta razón, me he dado a la tarea de encontrar panaderías clásicas. Esos lugares donde el pan se hace todos los días y es comprado todavía caliente por los ansiosos y regulares clientes.